miércoles, 26 de noviembre de 2014

Declaraciones de amor.

 
  Bueno amigos hemos llegado a ese momento decisivo en el que algunas personas, a quienes la sociedad tacha de tímidos e introvertidos, se rajan y no se atreven a dar el paso definitivo para estar mucho más cerca del amor de su vida.
  
     Como lo dije anteriormente existen muchas y muy variadas formas de hacerlo desde la más sencilla y económica hasta lujosas y maravillosas. Aquí lo más importante no son los lujos, ni las joyas, lo más importante debería ser la buena impresión que le causemos a esa persona tan especial, y que realmente la hagamos sentir así, especial. Se debe demostrar que realmente pusimos atención a la hora de conocerla y además eso nos dará ventaja para apuntar hacia su punto débil y provocar que se rinda y ceda al amor.
 
    Así es, convendría ser un poco detallista y romántico para lograrlo, a las mujeres les gusta eso, no a todas, pero en su gran mayoría si, y también hay hombres a los que les gustan las cursilerías. Bien es sabido que las rosas, los chocolates, ositos de peluche son muy representativos para una declaración de amor. Existe algo que en su tiempo fue muy efectivo, pero que desgraciadamente al pasar los años se olvidó y en la actualidad ya muy pocos lo llevamos a la práctica. Escribir cartas, si la tradicional carta en la que le expresas tus sentimientos a esa persona especial, donde quedan depositados en tinta los sentimientos que hemos vertido sobre el papel, así cuando la otra persona lo lee se le transfieren los sentimientos a través de la mirada llegando al corazón.
 
 
 


 Desgraciadamente esto ha sido sustituido por tantas y tantas páginas de carácter social, los famosos chats, en los que no se podría tener según mi criterio la misma intensidad que se tiene con las cartas normales.  Generalmente esta manera de declaración suele atribuírsele a las personas que somos algo introvertidas. De hecho existen más formas de hacerlo, depende de la creatividad de cada persona y lo tanto que conoce a ese ser tan especial del que se quiere formar parte. No importa la forma en que se haga, si es de corazón y uno logra dar en el punto exacto, todo saldrá bien. 
    
 
 
 
    

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