La IRA como tal, para las personas que somos católicas, es uno de los muy mencionados 7 pecados capitales. Por lo tanto pues sabemos que es una de las fuerzas más negativas que existen en el universo y por lo tanto se trata del mal en persona, pues la ira, el enfado puede llegar a convertirnos en una persona sumamente insoportable para los demás. Es un sentimiento, una fase del ser humano que muchas veces nos lleva a cometer errores graves. Incluso el llegar a matar a una persona es una consecuencia de no saber controlar esta emoción de nuestro ser. Existen otras consecuencias no tan drásticas, como lastimar a la persona que amamos, insultar a alguien, golpearlo, etc. LA vida en pareja no es la excepción pues la ira ha destruido hermosas relaciones, tan sólo por no saber controlarla.
En la vida no saber controlar esta emoción significa tener muchos problemas. La ira debe controlarse para evitarlos y he aquí la pregunta central sobre este tema:
¿Qué debe hacerse cuando uno se enoja?
Hemos escuchado reiteradamente que uno debe relajarse y contar hasta diez. Eso puede resultar muy efectivo a la hora de combatir esos corajes que no nos dejan más que secuelas y consecuencias. Uno debe relajarse, tratar de pensar en otra cosa, no dejarse dominar por esta emoción tan negativa. Como leí recientemente en un libro de Haruki Murakami, el protagonista menciona que cuando se siente molesto por algo o lo hacen enojar trata de encapsular su enojo de alguna manera y piensa que eso no forma parte de lo que sucede en ese momento, es decir que su enojo sobra en ese momento, entonces lo deja aislado para pensar en ello después, con suerte en ese lapso de tiempo ya se le olvidó o disminuyó su intensidad, entonces así es más fácil de lidiar con ello. En realidad si uno pudiese actuar de esa manera se evitaría muchos problemas.
Eso puede ser lo que algunos llaman ser proactivo y no reactivo. Una persona reactiva no sabe controlar sus sentimientos, es decir, estalla fácilmente con cualquier pequeña alteración de sus emociones. Cuando se trata de una combinación de la ira y una persona reactiva las cosas pueden resultar realmente mal, como ya lo explicamos antes, surgen los insultos, los golpes, el malestar, los daños, puras cosas realmente negativas y desagradables. Por el contrario una persona proactiva es aquella que sabe controlarse, tomar un poco de aire y pensar antes de actuar, analiza la situación y se da cuenta de que en ese momento no hay cabida para enojos. Que la ira solo vendría a estorbarle y a dejar las cosas peor de lo que ya están, que la ira nos vuelve inconscientes muchas veces.
Y bueno mis amigos para no hacerles tan larga la explicación, mi consejo es que se tomen un pequeño momento para respirar y controlar la ira. Uno debe tratar de ser proactivo, es difícil, pero una vez que se logra, los resultados son sorprendentes, sobre todo para aquellos a quienes les cuesta dominarse a sí mismos y sus emociones.